El Mercurio se ha referido hoy al Matrimonio: La desconocida separación judicial: una alternativa legal al divorcio de María Paz Carvajal
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Los juzgados de familia aceptarían presentar demandas o solicitudes de separación sin un abogado de por medio. Claro que la avalancha de causas ingresadas ha generado cierta discusión al respecto.
Poco o nada se sabe de esta figura jurídica incluida en la nueva Ley de Matrimonio Civil, la cual no disuelve el vínculo, pero sí cambia varios aspectos de la relación.

María Paz Carvajal ha señalado " Desde que entró en vigencia la nueva Ley de Matrimonio Civil en noviembre pasado, los aplausos y los abucheos se los llevó el polémico divorcio. En el anonimato, en cambio, quedaba otra figura legal que contempla la norma: la separación judicial. Efectivamente ha sido - Una instancia que surgió como una solución intermedia entre la separación de hecho y el divorcio, ya que no implica la disolución del vínculo (como sí ocurre con el divorcio), pero donde el matrimonio tampoco sigue surtiendo el mismo efecto.Por ejemplo, mientras las personas separadas de hecho -es decir, sin trámite judicial de por medio- en estricto rigor siguen siendo "casadas", los separados judiciales cuentan ahora oficialmente con el nuevo estado civil de "separado".La opinión pública, sin embargo, pareciera que poco conoce de éste u otros aspectos de la figura legal. De hecho, durante la primera semana de octubre, en que entraron en funcionamiento los juzgados de familia, se presentaron 720 demandas de divorcio versus apenas 24 causas de separación judicial.Un paso previoEl abogado coordinador del Área Civil y Familia de la Corporación de Asistencia Judicial, Francisco Herane, lo confirma: "No se informa o no se conoce bien la institución (de la separación judicial), siendo que para muchas mujeres podría ser una buena herramienta, porque mantiene ciertos deberes para el cónyuge, como es el de la pensión alimenticia para ella".A juicio de Herane, es probable que en esta primera etapa se estén presentando las situaciones más críticas, las de gente que anhelaba conseguir el divorcio, y no tanto de personas que hayan reflexionado respecto de qué es lo que más le conviene desde el punto de vista judicial.Si bien la separación judicial se pensó como una alternativa para quienes por un pensamiento religioso o ideológico creían que el matrimonio era para toda la vida, con el tiempo va a ser como el peldaño previo al divorcio, explica la abogada del Equipo Técnico de Implementación de la Judicatura de Familia, Catalina Infante. Es decir, "personas que se acaban de separar y que quieren ordenar su situación, mientras transcurre el tiempo requerido para tramitar el divorcio".Y es que, por ejemplo, permite arreglar la relación patrimonial, transformando automáticamente la sociedad conyugal y la participación en los gananciales en separación de bienes.De esta forma, muchos ya no se encontrarían con la clásica sorpresa de que la casa que compraron después de haberse separado termine siendo de ambos, porque la sociedad conyugal nunca se disolvió.También se suspenden dos importantes deberes del matrimonio: fidelidad y cohabitación.El primero -agrega Catalina Infante- "permite que una vez separada judicialmente, la persona puede iniciar una nueva relación sin problemas y el otro cónyuge nunca podría imputar adulterio, porque ya no existe la obligación de serle fiel".Por otra parte, a diferencia de lo que ocurre en las separaciones de hecho, si la mujer concibe un hijo después de dictaminado el trámite, no operaría la presunción de paternidad.Es cierto que los chilenos no somos tan ordenados, admite la abogada, pero "la ley recomienda que los separados de hecho se regulen en todo lo que dice relación con ellos y sus hijos: pensiones alimenticias, régimen relacional (antiguo derecho a visitas), cuidado personal, así como el tema del régimen de bienes para no seguir enredando los patrimonios", agrega.Por lo demás, no se trata de un proceso tan engorroso. De partida, el matrimonio no necesita esperar cumplir años de separación para iniciar la gestión en tribunales. Lo más lento es conseguir la primera audiencia; en cambio, la segunda audiencia (y final) debe fijarse dentro de los siguientes 30 días.La culpaLa separación judicial se puede invocar por cese de convivencia o por culpa. Y aunque la ley no da ejemplos de culpa, sí podrían aplicarse los que menciona en caso de divorcio: violencia intrafamiliar, incumplimiento del deber de cohabitación, la conducta homosexual, el alcholismo y la drogadicción, entre otros.Hay que tener presente, eso sí, que cuando se invocan estas causales, el cónyuge que es declarado culpable por el juez pierde su derecho a heredar al otro y, además, si pide pensión alimenticia para sí mismo recibirá lo justo para su sustento básico.Para el abogado Francisco Herane, no obstante, persiste una incógnita: "¿qué va a pasar si una persona presenta una demanda de divorcio y su cónyuge -sin negarse- señala que no se quiere divorciar, sino separarse judicialmente?".Habrá que esperar a ver qué camino toma cada juez.
Interesante artículo y sigánlo en El Mercurio.
http://diario.elmercurio.com/2005/10/15/sociedad/sociedad/noticias/6052B46A-D81F-4B61-A1AC-A22A07F7AC29.htm?id={6052B46A-D81F-4B61-A1AC-A22A07F7AC29}
Saludos Rodrigo González Fernández consultajuridica.blogspot.com rogofe47@hotmail.com

IGLESIA PREOCUPADA DE NULIDADES MATRIMONIALES.

LaTercera / Mundo HA INFORMADO HOY DE COMO LA iGLESIA CAÓLICA SE PREOCUPA DE LAS NULIDADES MATRIMONIALES http://www.latercera.com/medio/articulo/0,0,3255_5702_165357735,00.html
El cardenal Angelo Scola, relator del Sínodo de Obispos, pidió reducir la burocracia y permitir que los casos se resuelvan en "plazos justos"
Obispos proponen agilizar los trámites para las nulidades matrimoniales
Por su parte, el cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, dijo que la prohibición de comulgar para los divorciados vueltos a casar debería mantenerse, "porque no la vemos como una ley de la Iglesia, sino como una ley de Dios".
Fecha edición: 15-10-2005

El Papa Benedicto XVI debe aprobar el documento final del Sínodo -que concluye el 23 de octubre próximo- antes de que éste se haga público.
Apoco más de una semana que culmine en el Vaticano el primer Sínodo de obispos del Pontificado de Benedicto XVI, la lista de temas abordados por los prelados en los salones vaticanos sigue acrecentándose. Al debate sobre el celibato de los sacerdotes y la comunión de los divorciados, se agregó hace algunos días la discusión sobre las nulidades matrimoniales de la Iglesia Católica. El tema fue planteado por el patriarca de Venecia, Angelo Scola, relator de la XI Asamblea General del Sínodo de Obispos, quien pidió buscar formas para abaratar y simplificar los actuales tribunales eclesiásticos.
Según el obispo mexicano Juan Sandoval Iñíguez, quien reveló la propuesta de Scola, "lo que se pide es que la burocracia de los tribunales no sea tan pesada y que los casos se resuelvan en plazos más justos". El prelado insistió en que "las declaraciones de nulidad matrimonial tienen que hacerse según la verdad canónica", aunque precisó que la recomendación del patriarca de Venecia apunta a "promover energéticamente la dimensión pastoral de los tribunales eclesiásticos, con posibles simplificaciones de funciones y procedimientos, favoreciendo su creación allí donde no existen".
Actualmente el proceso de nulidades matrimoniales que realiza la Iglesia Católica se lleva a cabo en dos etapas. Primero, los tribunales eclesiásticos locales deben revisar el caso y entregar un veredicto. En el caso de que esa instancia apruebe la anulación del matrimonio, el proceso pasa al Tribunal Supremo de la Iglesia Católica, la Sacra Rota, dependiente del Papa y que opera en el Vaticano. Para que un matrimonio religioso sea anulado es esa instancia la que debe pronunciarse y, según cifras de 2002, la Sacra Rota sólo aprueba la nulidad en el 46% de los casos que llegan a sus manos.
Las causas de la nulidad
La Iglesia católica no anula matrimonios válidos, sino que determina si la unión existió realmente o no. Por eso, el derecho canónico establece al menos 28 motivos que hacen inválido un matrimonio, entre los que están la inmadurez de uno de los cónyugues, el engaño y la infidelidad. A pesar de esta larga lista de razones, los procesos son lentos, costosos y duran en promedio 10 años, por lo que no todos pueden acceder a ellos. En promedio en 2002 se presentaron en el mundo 54.247 causas de nulidad, la mayoría de las cuales (30.835) en Estados Unidos. En el 98% de los casos de nulidades aceptadas por la Sacra Rota el motivo fue la "inmadurez" de uno de los cónyuges.
La discusión sobre la simplificación de los procesos de nulidad matrimonial surgió en medio del debate sobre permitir o no la comunión a los divorciados vueltos a casar. La Iglesia Católica actualmente les impide a estas personas comulgar. Sin embargo, el tema ha ocupado parte de la discusión de los obispos en el Sínodo. Por ahora, podría no producirse un cambio en esa normativa. Así lo sugirió el cardenal Francis Arinze, actual prefecto de la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, instancia vaticana encargada de normar esos temas.
"La sagrada comunión no es algo que nos pertenece y que se la podamos dar a cualquier que queramos, a nuestros amigos o a los que sufren", dijo Arinze al ser consultado si se cambiaría la norma sobre los divorciados vueltos a casar. "Obispos y sacerdotes somos ministros y debemos responder a Dios. Ese es el problema. Ellos (los divorciados católicos vueltos a casar) aún son miembros de la Iglesia, pero en un estado en el que no pueden, en verdad, acercarse a la comunión", dijo el purpurado, agregando que la prohibición "no la vemos como una ley de la Iglesia, sino como una ley de Dios". Sus palabras marcarían una pauta de la posición del Vaticano frente al tema. Sin embargo, la simplificación de los procesos de nulidades matrimoniales buscaría favorecer a esas personas.
Documento final
El jueves los obispos comenzaron a reunirse en grupos más pequeños para redactar el documento final con las conclusiones del Sínodo, que termina el 23 de octubre. Hasta ahora, sin embargo, se desconoce cuál será el tenor de ese texto, aunque varios obispos han planteado la necesidad de abordar temas sensibles como el de los divorciados vueltos a casar. "Se deben dar respuestas pastorales a las necesidades de esas personas privadas de la Eucaristía como los divorciados o a aquellos que han sido afectados por el virus del sida", dijo ayer, por ejemplo, el arzobispo namibio, Linorius Nasheda, quien rechazó elaborar un texto meramente disciplinario.
iGLESIA SE PREOCUPA DE LAS NULIDADES MATRIMONIALES Saludos, Rodrigo Gonza´lez fernández, consultajuridica.blogspot.com rogofe47@hotmail.com